Del caos coyuntural a la incertidumbre estructural

Dicen que la palabra CRISIS viene del griego (KRISIS) o “decisión” y del verbo (KRINO o KRINEIN) que significa “separar” o “decidir”. Designa el momento en el que se produce un cambio muy marcado. CRISIS es algo que se rompe y por eso hay que analizarlo. De ahí viene la CRÍTICA, que significa análisis o estudio de algo para emitir un juicio. De ahí también CRITERIO, que es un razonamiento adecuado.

Por tanto, etimológicamente pareciera que la crisis sólo podría interpretarse, analizarse, observarse y solucionarse desde la racionalidad y desde la lógica más cartesiana, para encontrar una salida adecuada. Pero la realidad nos ha demostrado muchas veces todo lo contrario. Nos ha enseñado, una  y otra vez, que las grandes oportunidades, ideas, paradigmas y soluciones que adquieren mayor IMPACTO después de las crisis, y que realmente nos ayudan a evolucionar, provienen precisamente de la IMAGINACIÓN, de la CREATIVIDAD y de la INTUICIÓN. Ya lo dijo Einstein: “En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”.

La palabra crisis también añade un significado de oportunidad, especialmente cuando utilizamos la etimología china del concepto. La crisis conlleva una oportunidad para cambiar a una dimensión nueva, más “regenerada”, más eficiente. Las frases motivacionales “Las crisis nos permiten liberar el potencial que llevamos dentro” y “En medio de la dificultad reside la oportunidad”, también de Einstein, son un ejemplo.

Muchas teorías apuntan a que el mundo que nos depara, después de la presente crisis (no solo será sanitaria, sino principalmente global), se caracterizará por un CAOS CONSTANTE y por una INCERTIDUMBRE ESTRUCTURAL. Hemos llegado a esta situación habiendo “tambaleado” e incluso destruido los cimientos ortodoxos de una sociedad supuestamente evolucionada. Es evidente que será necesario DECONSTRUIRLOS Y CONSTRUIR de nuevo muchas cosas esenciales… Aquí estará la clave.

Será necesario un nuevo paradigma para gestionar adecuadamente este nuevo escenario. Dicho paradigma deberá basarse en una visión más intuitiva, adaptable, imaginativa, creativa, proactiva y cada vez más espiritual y compasiva. Sobre todo, entender que el verdadero sentido del ser humano es la búsqueda del respeto, el bienestar y la evolución de su prójimo. Que al final es el suyo propio. El paso esencial se dará cuando la humanidad entera, entienda e incorpore este concepto. ¿Estamos preparados?.

Unas conciencias ya están despiertas, otras se están despertando, pero muchas ni siquiera saben que sueñan. De momento podemos recordar la frase más RECONFORTANTE y ESPERANZADORA que muchos sabios repiten a sus discípulos: “ESTO TAMBIÉN PASARÁ”.

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